viernes, 30 de mayo de 2008

¿El instante decisivo?

Esta imagen semanasantera me sirve para evocar un duda que me corroe ultimamente:
¿Sigue existiendo eso del "instante decisivo"?.
Me explico, hoy en día gracias a la tecnología existente, las reflex hacen 5, 6 y hasta 10 fotos por segundo, de esa manera puedes asegurarte con mas facilidad "pillar" lo que te interesa, lo que antes te decían "lo has cogido en el momento justo", pues eso. Si, vale, estoy de acuerdo en que hay que saber cuando disparar, pero no me negareis que ahora tiene menos merito que cuando se usaba una Leica de telémetro con palanca de arrastre y sin motor alguno.
¿Que opináis?

jueves, 29 de mayo de 2008

La espontanea


Imaginaos la situación: Mitin de Mariano Rajoy en Almería el pasado viernes 23. Tras la intervención de todos los que tenían que hablar, surge la típica imagen de después de un mitin. Todos suben al escenario a saludar, levantando la mano y aplaudiendo. Mientras abajo, los fotógrafos tenemos dos frentes de batalla; uno con los compañeros, por que tienes que hacerte un hueco entre ellos para coger el mejor ángulo y evitar que los focos no te hagan contraluz y dos con los escoltas que te contienen para que no te acerques demasiado y que no te subas al escenario. Hasta aquí lo normal, pero de repente, apareció de la nada, una señora anónima con su bandera pepera, que nos "jodio" esa típica foto. La buena señora se coloco en el escenario delante de todos a charlar con Rajoy y de vez en cuando, ella miraba al publico y saludaba también como hacían todos los políticos. El pobre Rajoy no sabia que hacer, si atenderla o saludar como mandaba el manual mitinero. Fue un momento gracioso y cabreante a la vez, por que, por mucha seguridad que hubiera, eramos los fotógrafos los elementos peligrosos, pero se les coló hasta la cocina esta señora y ella estuvo tan tranquila hasta que se bajaron del escenario los políticos.
¡Que pais!

La soledad del perdonador


Tras mes y pico sin postear nada por diversos motivos, vuelvo a la carga.
Aquí os traigo una imagen, imagen que todos la hemos visto alguna vez, que me pareció curiosa y me llevo a reflexionar sobre el trabajo de este hombre (por que son hombres, por muy curas que sean), que se dedica todo el día a esperar, en la soledad de su confesionario, a que la gente le cuente sus penurias, sus dramas y sus "pecados", para posteriormente y gracias al "poder divino" que le han otorgado, perdonarte todos tus malas acciones para que puedas salir del habitáculo de madera en que te has arrodillado con el espíritu limpio. (Iba a escribir de polvo y paja, pero no me ha parecido lo mas adecuado).
¿Le entrarán por un oído y le saldrá por el otro lo que le cuenten?. ¿En que pensaran cuando pasan las horas y no viene nadie?. ¿ Pensara en lo mismo que un soldado en su garita haciendo su guardia?